viernes, 26 de octubre de 2007

A veces buena, a veces mala. Personalidad a la carta


Entre el conservadurismo solapado y una libidinosidad a raticos se debaten las costumbres paisas. "Café Bar Fulanito de Tal": O bar o café. ¿Cómo es la cosa?. El "café" remite a lo más ancestral, a esos lugares de las buenas gentes, de encuentro de los amigos con los amigos, de alta alcurnia. El "bar" insinúa unas prácticas más sórdidas, más licor, más desinhibición. Porque en el "café" se toma un cafecito; en el bar, por su parte, hay permiso para tomar y revolver todo cuánto se desee: aguardiente con ron, ron con cervecita, cervecita con cigarrillo, cigarrillo y todo lo demás con mujer ocasional a bordo. ¿O bar o café?, ¿o bar o restaurante?. En casos puntuales se le achaca la expresión a un tema económico: por la tardecita se venden almuerzos. Por la noche va y viene el licor. En la madrugada... sabrá Dios.

Entre la moral de antaño y el despojo de los juicios de valor, una doble mirada de lo cotidiano se percibe en los antioqueños. Muchos que respetan esas retrógradas costumbres de los abuelos de los abuelitos y otros muchos que ya no quieren respetar ni su sombra.

Un grupo de estudiantes quiere hacer una serie para net radio deminada por ellos "La voz de Eros: Sexo para escuchar". El nombre, tenebroso. Ahora, de entrada lo plantean como un espacio desinhibido, muy descriptivo y sin tapujos, donde no habrá lugar a juicios de valor. Suena bien. Empieza la encrucijada. Los temas que abordarán: prácticas sexuales no convencionales. Ajá. ¿Quién dijo que para una persona puede ser muy poco convencional ir a un bar swinger y probar cositas nuevas?, ¿Dónde dice que para el "Fulanito de Tal" (dueño del "café bar") no es lo más común y silvestre que lo amarren a una cama y lo exciten a punta de látigo. Ese puede, perfectamente, ser su pan de cada fin de semana.





Sigue el viacrucis: trastornos sexuales. Ajá. ¿Quién dice que la relación sexual con una burra es una desviación aterradora y no una cuestión de idiosincransia perfectamente natural?. Los juicios de valor ya vienen y van por doquier. Porque es más sencillo lanzar la crítica, señalar al "desviado", al "borracho", al "fumador", que dejar que cada uno circule libremente, haga y deshaga a su amaño. Eso que me decían en el colegio de que la "libertad llega hasta donde afectas al otro", eso es. Se me hace justo. Si me apetece que me venden los ojos y me dominen, pues problema mío, mientras no obligue a otro a que me vende los ojos contra su voluntad.

Eso es lo verraco. Cuando se pretende abordar la vida sin mieditos, sin bloqueos mentales heredados de los ancestros. Cuando justo se quiere abrir la mente, se atraviesan esas cotumbres de los arrieros, esas que dicen que todo se hace al derecho, linealmente, que las mujeres en la casa y los señores en los "cafés". Para mi, se es o no es. O se es de todo pero sin pretender mostrarse en semana muy bien puestecito para desbordar el cuerpo y la mente el fin de semana. Vivir es cuestión de método. Y el método paisa sigue siendo doble, conveniente. Cuando se tiene gripa no se puede fumar y qué tal le fumen a uno cerquita. Pero cuando pasa la gripa, se le fuma se le bebe y no se mira quién tiene gripa al lado. Doble, solapado accionar, donde la salida más fácil nunca será la comprensión o la no intromisión, sino el señalamiento indriscriminado y calceto.

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